Los mejores líderes son aquellos que están constantemente creciendo, aprendiendo y extendiendo su capacidad de liderazgo. Esto ocurre a través de varias maneras: el leer libros de liderazgo, el ir a eventos en donde el liderazgo es enseñado, el acercarse y rodearse de personas clave, y por supuesto, el cuidar de sí mismo en cuanto a su persona y vida espiritual.
Aquel líder que deja de crecer y deja de aprender cae en el peligro de volverse irrelevante.
Craig Groeschel, en su sesión de La Cumbre titulada “Extendiendo tu capacidad de liderazgo” nos habló de cómo mejorar en nuestro liderazgo un cinco por ciento cada año, y que el resultado acumulativo puede traer un crecimiento significante.
Craig mencionó cinco áreas específicas de crecimiento, pero nos concentraremos sólo en una de ellas: Extender tus conexiones. O podíamos decir, extender tus relaciones con personas clave. Él dijo, “si me muestras quién te está influenciando, te mostraré en quién te estás convirtiendo.” Y añadió “Dios los va a posicionar con alguien, y van a tener una conexión.”
Ellos también tuvieron conexiones clave con personas que les abrieron puertas y les brindaron su amistad y asesoría en momentos críticos de sus vidas.
Hay conexiones clave que pueden cambiar el curso de nuestro destino. Pueden ser personas que nos conectan con otras y nos abren puertas inesperadas, o pueden ser personas que se convierten en mentores y asesores nuestros.
Craig mencionó lo que Bernabé fue para Pablo en el Nuevo Testamento; un amigo y la persona clave que conectó a Pablo con los líderes de la iglesia primitiva en Jerusalén que se cuestionaban si la conversión de Pablo era legítima o una trampa para perseguir a los creyentes.
La Biblia nos da ejemplos de cómo grandes líderes se beneficiaron por la influencia y amistad de un mentor. Entre ellos encontramos a Timoteo, que tuvo el beneficio de la tutela del mismo Pablo. También tenemos los casos de Josué con Moisés y Eliseo con Elías.
Al leer biografías de grandes líderes en la historia reciente, nos damos cuenta que ellos también tuvieron conexiones clave con personas que les abrieron puertas y les brindaron su amistad y asesoría en momentos críticos de sus vidas.
La pregunta ahora es ¿cómo puedo yo encontrar esas conexiones y a esos mentores?
Hay varias maneras de lograrlo. Primero, pídele a Dios que te posicione de tal manera que los puedas encontrar y reconocer. Él te ayudará a que los encuentres. Segundo, asegúrate de estar en la condición de poder beneficiarte de esas conexiones y relaciones. Lo peor que podemos hacer es aislarnos de los demás. Es muy fácil de hacerlo en esta era del internet y poca interacción interpersonal.
Por algo están de moda las redes de contactos, porque son una defensa contra el aislamiento. En la Biblia encontramos el concepto de comunidad y compañerismo, porque no fuimos diseñados a funcionar solos. Otra manera es de asegurarte que seas enseñable y que estés disponible a otros.
Lo que Craig Groeschel nos aseguró es que hay mucho más en nosotros de lo que podemos pensar e imaginarnos. Da el paso; ábrete y conéctate para extender tu liderazgo e impacto al extender tu capacidad.
Escrito por Luis Mellado | Extraído del “Corazón del Líder” Willow Creek
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