Por Luis Mellado
Este año está por terminar. Fue un año que “voló”, un año lleno de desafíos, victorias y sorpresas. Un año que deja un número de preguntas sin contestar y algo de inestabilidad.
En medio de las preguntas y la incertidumbre tenemos el mensaje central de la navidad que es Dios con nosotros. Esto nos da la confianza que podemos enfrentar la incertidumbre e inestabilidad porque contamos con la presencia de Dios.
Como líderes sentimos el peso de la situación actual de una manera especial porque hay una misión que cumplir y personas que dirigir. Pero la navidad nos recuerda que podemos depositar este peso en Dios y que podemos cambiar la inquietud y ansiedad por la esperanza que su presencia nos trae.
¿Hay algún peso que cargas sobre tus hombros? Entrégaselo a Dios y entra en su reposo. ¿Estás ansioso e inquieto? Aprovecha esta temporada para pasar un tiempo en su presencia para que seas renovado y brote de nuevo la esperanza en tu vida y tu organización.
Muchas veces hemos escuchado que el liderazgo es muy solitario. Como líderes vemos un panorama que no todos ven, tomamos decisiones difíciles que no todos entienden, y eso nos hace sentir solos. Pero no tiene que ser así.
Dios con nosotros significa que no sólo Jesús nació, murió por nosotros y resucitó para restaurar a personas y a un mundo caído – también significa que Jesús nos sigue amando hoy y que puede cambiarlo todo con su presencia cuando estamos dispuestos a abrir un espacio para Él en nuestra vida diaria.
Quizá la riqueza más grande de la navidad es cuando estamos conscientes de todo lo que Jesús es y representa. Cada uno de sus nombres resaltan sus atributos.
El profeta Isaías escribió muchos años antes de su nacimiento:
“Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá de sus raíces. El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Él se deleitará en el temor del Señor; no juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir, sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra. Destruirá la tierra con la vara de su boca; matará al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura” (Isaías 11:1-5 NVI).
Dios con nosotros también significa que podemos aprovechar todo lo que Él es. El mejor regalo que podemos recibir es el de Dios: su presencia, su bendición, su sabiduría, su paz, su fortaleza. Emanuel, Dios con nosotros.
Luis Mellado es Director de Willow Creek México.
Cumbre Global de Liderazgo. 2016.