Por Luis Mellado
Vivimos en la era del ritmo acelerado, en la que estamos constantemente ocupados y conectados a través de la tecnología que nos promete ser más eficientes. En cualquier momento podemos recibir un mensaje en nuestro teléfono móvil a través de un número creciente de aplicaciones y redes sociales.
Y no hablemos de las numerosas reuniones, fechas límites y pendientes que enfrentamos
diariamente. El problema es que caemos en un ajetreo desordenado y en la sobrecarga. Por un lado, podemos lograr más y más rápido, pero por otro lado nuestra creatividad e inspiración para innovar está decayendo.
El ajetreo desordenado y la sobrecarga son un engaño porque nuestra productividad baja; estamos más ocupados, pero realmente no estamos logrando tanto
como pensamos.
Juliet Funt nos habló en La Cumbre Global de Liderazgo sobre el “Espacio Blanco” – una pausa estratégica en medio de actividades. Es una herramienta para salir del ajetreo desordenado y de la sobrecarga.
Esta pausa no tiene un tiempo específico, porque varía de acuerdo a la persona y a la situación. Puede ser unos pocos minutos, o un tiempo más extendido. Esta pausa es
recuperativa, ayudándonos a reiniciar nuestra mente e impulsar la reflexión, la creatividad y la innovación.
Juliet mencionó que los grandes líderes insertan pausas estratégicas de forma natural en sus horarios, personas como Jack Welch, Bill Gates y otros. Si encuentras que últimamente no has sido muy innovador o creativo, o si te encuentras demasiado ocupado pero poco inspirado es muy probable que te beneficiarías de insertar pausas
estratégicas en tu horario.
¿Cómo es que tú puedes introducir y utilizar estas pausas?
- Primero, debes insertar estas pausas en puntos estratégicos de tu día.
- Segundo, debes analizar tu trabajo para eliminar el desorden y la sobrecarga.
Juliet nos habla de los cuatro ladrones de la productividad, cosas buenas que se llevan al extremo y se corrompen. Son cosas que deben servirte pero que al corromperse se vuelven tóxicos.
Estos son: impulso, excelencia, información y actividad. El impulso se convierte en exceso, la excelencia se convierte en perfeccionismo, la información se convierte en
sobrecarga y la actividad se convierte en frenesí.
La clave es reconocer cuál o cuáles de estos cuatro ladrones es el que te afecta a ti y empezar a llevarlos a que te sirvan, en vez de que te roben. Los ladrones que nos
afectan van de acuerdo con nuestra personalidad.
3. Y tercero, necesitas ser reductivo, en otras palabras quitar lo innecesario para simplificar tu vida y trabajo. Juliet Funt nos compartió cuatro preguntas de simplificación – preguntas que nos ayudarán a simplificar nuestro trabajo – y estas son: ¿Hay algo que pueda soltar? ¿Cuándo es “lo suficiente bueno”, suficiente bueno? ¿Qué
es lo que realmente necesito saber? ¿Qué merece mi atención?
Toma pasos hoy para acabar con el ajetreo desordenado y la sobrecarga en tu trabajo. Conviértete en un líder inspirado, creativo, innovador y productivo.
El precio de no hacerlo es demasiado caro para tu organización, tu liderazgo y para aquellos que amas.
La Cumbre Global de Liderazgo en Pib Satélite. 2018.