El Ritmo del Liderazgo

Por Luis Mellado | Director Regional de La Cumbre Global de Liderazgo

Uno de los temas que suenan mucho en estos tiempos es el ritmo de liderazgo.

En la Cumbre más reciente, Michael Todd nos habló de tener el ritmo correcto en nuestro liderazgo. El ritmo equivocado puede acabar contigo. Un ritmo equivocado afecta tu salud, tus relaciones y tu efectividad en forma negativa. Quizá llegues a tu objetivo, pero te va a costar muy caro. Cuando tienes el ritmo correcto, todo cambia. Llegas a tener una vida fructífera y abundante; una vida plena y equilibrada.

El ritmo correcto tiene que ver con la velocidad. Los líderes que llevan un ritmo demasiado acelerado sufren de depresión, ansiedad, y cansancio excesivo. En vez de tener paz en su interior acumulan una serie de conflictos e inquietudes. ¿Cómo está tu salud y la condición de tu alma?

Algunos de nosotros necesitamos bajarle a la velocidad. Si no le bajas a la velocidad, tu cónyuge y tú llegarán a ser extraños, tus hijos crecerán y no serás una parte importante de sus vidas, tus logros se sentirán vacíos e insignificantes, y es muy probable que tu salud se deteriorará.  Si le bajas a la velocidad, terminarás con una vida más satisfactoria y llegarás más lejos. ¿Necesitas ajustar tu velocidad? El tener el ritmo correcto te ayudará a dejar un buen legado.

El ritmo correcto también tiene que ver con la constancia. Jim Collins en una de sus sesiones de la Cumbre compartió la historia del explorador noruego Roald Amundsen, que en medio de una expedición para llegar al polo sur enfrentando un territorio incierto, tuvo la disciplina de establecer su marcha de 20 millas al día – no más, no menos. Ese ritmo constante le permitió llegar mientras que el otro equipo explorador fracasó. En estos tiempos inciertos necesitas establecer tu “marcha de 20 millas”, tu marcha constante disciplinada que te permitirá llegar a tu objetivo. No te sobre extiendas pero tampoco te frenes demasiado. Encuentra el ritmo constante que te llevará a donde quieres llegar.

Y por último, el ritmo correcto considera el equilibrio entre el trabajo y descanso. Los mejores atletas conocen la importancia de no sólo entrenar, sino también de descansar y recuperar. Los pescadores cuando terminan su pesca, se toman el tiempo de limpiar y reparar sus redes. Si no lo hacen, los agujeros no permitirán captar a los peces. De igual manera, nosotros como líderes debemos establecer el equilibrio entre el trabajo y descanso. Habrá temporadas cortas cuando llegar a ese equilibrio será difícil, pero deben de ser la excepción y no la regla.     

El ritmo correcto, dice Michael Todd, es cuando todas las diferentes áreas de nuestras vidas reciben la atención que necesitan. El ritmo correcto es el ritmo de la gracia y de la sabiduría, y es allí donde se obtiene el orden y el equilibrio. Pídele a Dios que te dé la gracia y la sabiduría que necesitas. Michael al final nos dijo; “el éxito no sólo consiste en dónde terminas, sino en cómo llegaste allí.”

“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.”

Salmo 90:12

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