El Arte de Podar

Por Luis Mellado

Cuando observamos la naturaleza, podemos ver diferentes ciclos, por ejemplo, noche y día y las cuatro estaciones. El libro de Eclesiastés nos dice que todo tiene su tiempo. Pero dentro de la naturaleza, en el mundo de las plantas existe una práctica que pudiera parecer contraintuitiva: Después de una temporada de una gran cosecha o de mucho fruto llega el tiempo de podar.

Si tienes la oportunidad de pasar por unos viñedos, las cosas se verán muy diferentes, dependiendo de la temporada. En un momento puedes ver al viñedo cargado de racimos de uvas, y en otra temporada no hay ni uvas, ni hojas, y las plantas se ven muy raquíticas como si estuvieran casi muertas. Cuando las plantas están así nos preguntamos, ¿Volverán a dar fruto?

En ese estado, un jardinero experimentado ya pasó por cada vid y la podó. Estos jardineros saben cómo podar y saben que si hacen bien su trabajo, habrá mucho fruto cuando llegue el tiempo de la cosecha. Ellos saben que hay mucho más detrás de lo que podemos ver. Para una persona que no conoce, las cosas no se ven bien, pero el jardinero ya está viendo en su mente la cosecha que vendrá como resultado de haber podado.

El fenómeno de podar no sólo ocurre en el mundo de las plantas, ocurre también en nuestras propias vidas y organizaciones. Jesús dijo en el libro de Juan: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía (Juan 15:1-2 NVI). El arte de podar consiste en preparar a la planta para un crecimiento sano, y para que produzca aún más fruto.

Uno de los efectos de la pandemia, es que hemos tenido que cortar algunas cosas en nuestra propia vida y en nuestra organización. El proceso de podar en estos casos es doloroso y difícil. Pero como los buenos jardineros, tenemos que ver lo que no se ve. La Biblia dice: Porque por fe andamos, no por vista. (2 Corintios 5:7). Necesitamos ver con los ojos de la fe. Necesitamos darnos cuenta de que hay mucho más sucediendo detrás de lo que podemos ver con nuestra vista natural.

En diferentes periodos de la Biblia, cuando las cosas estaban tristes o difíciles, Dios permitía a sus siervos ver visiones espirituales que les daban la perspectiva del cielo, y que les recordaba que hay mucho más detrás de lo que podemos ver con nuestra vista natural. Ese fue el caso con Isaías, Daniel, y Juan en el Apocalipsis.

Porque para aclarar y refinar nuestra visión, es importante ubicarnos al ver lo que no se puede ver. Si sólo vemos con nuestros ojos naturales, nos vamos a limitar. Lo que distingue a los héroes de la Biblia y aquellos que aparecen en el “Salón de la Fe” en Hebreos, capítulo 11, es su habilidad de ver más allá, y no perderlo de vista.

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.

Hebreos 11:1 (NVI)

Luis Mellado es el Director Regional para México en La Cumbre Global de Liderazgo.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s