
Por Luis Mellado
La palabra obsesión trae connotaciones negativas a muchas personas porque han tenido experiencias negativas con la obsesión. La obsesión puede ser dañina cuando se convierte en una neurosis, fobia, adicción o compulsión. Pero también hay un lado positivo y saludable de la obsesión cuando no se lleva a un extremo, cuando la usas para el bien, y cuando es algo valioso y útil para llevarte al éxito. El diccionario define la palabra obsesión como: “idea, deseo, preocupación, que no se puede apartar de la mente.”
Es importante saber que, como líderes, tenemos la oportunidad de escoger entre una obsesión sana, o una dañina. La obsesión sana te ayuda a enfocar, te trae claridad y te hace más creativo. Craig Groeschel en su sesión titulada Ampliando tu capacidad de liderazgo nos habló sobre las obsesiones de los líderes, y nos mencionó que los mejores líderes no se obsesionan por controlar todo. Los líderes controladores obsesivos tratan de controlar a las personas, los resultados y las circunstancias.
Estos líderes pierden a su mejor gente porque la tratan de micro gestionar, y aún los que se quedan se sienten ahogados y desmotivados.
Craig agregó puedes tener control o puedes tener crecimiento, pero no puedes tener ambos. El tratar de controlar los resultados y las circunstancias sólo terminan en frustración y decepción. En este mundo de aflicción, incertidumbre y caos, eso es prácticamente imposible. Para ser líderes saludables, haremos bien en aprender a soltar el control, y aceptar que no lo podemos controlar todo.
¿Cuáles son las obsesiones de los mejores líderes? Craig mencionó los mejores líderes no se obsesionan por controlar, sino por empoderar a otros líderes. Esto quiere decir que tendremos que soportar algo de caos y manejar la incertidumbre cuando soltamos el control. Pero dejaremos de ser un obstáculo para el progreso y crecimiento de nuestra organización.
El empoderar a otros líderes empieza desde la contratación, al asegurarte que estás reclutando a las personas correctas para que sean parte de tu organización. Y después de contratar, viene la capacitación y luego el empoderar a las personas para que puedan florecer y traer su mejor contribución a la organización.
Otra obsesión de los mejores líderes es cumplir su misión. Tienen muy definida su misión, su llamado, y su “por qué.” No se trata del dinero, ni de la fama, ni del poder. Saben que tienen un propósito y que pueden usar sus dones, talentos, formación, pasión y experiencia para marcar una diferencia en este mundo. Otra característica de estos líderes es que nunca van en contra de sus valores y sus convicciones. Esto les ayuda a atravesar los tiempos de caos y aflicción.
Aquí es donde es bueno hacernos una auto evaluación como líderes y preguntarnos: ¿Cuál es mi obsesión? ¿En qué me estoy enfocando? Aparta unos momentos para reflexionar en esto. Los líderes que se obsesionan por empoderar a otros líderes y en cumplir su misión obtienen algo que todos los líderes deseamos; estos líderes dejan un buen legado.
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.
1a Pedro 4:10
Luis Mellado es Director Regional para México en La Cumbre Global de Liderazgo.